lunes, 10 de octubre de 2011

Sumak Kawsay: La vida en plenitud


Atahualpa dijo: No me muestres tu Dios muerto en una cruz, yo tengo al Sol que puedo verlo y puedo sentirlo vivo sobre mi piel.

12 de octubre, descubrimiento del nuevo mundo.
Junto a las tres carabelas del siglo XV llegó a estas tierras una fe nueva. El credo en la razón y el progreso. El camino hacia el super-hombre. La ruptura de los límites a la creación de los objetos. El hombre debía aprender a olvidarse del firmamento para mirar absorto los tubos de ensayo, las probetas de vidrio y el mechero.
Todos los acontecimientos de este continente milenario son narrados de manera embustera y con figuras que hacen al desprecio. Desde lo mítico, los grandes acontecimientos y realizaciones, desde las hazañas y los hechos cotidianos.
La Pacha Mama es descripta como una vieja zarrapastrosa con sombrero hasta las orejas. En el acto del desembarco de Colón, mientras este parece un superhombre, los nativos observan desde las matas con sus cuerpos desnudos y miradas llenas de terror; en todas las figuras el hombre de estas tierras es homologado al “hombre de las cavernas” el de hace ciento ochenta millones de años.
El nativo de esta tierra, -hoy Argentina- es un andrajoso desaliñado con la melena al viento, ululando en pavorosos “malones”, o danzando alrededor del fuego con hachas y lanzas en la mano.
La tierra como “señuelo”, como carnada.
Indio sin tierra es hombre muerto”. Consigna adoptada por el Encuentro de la Pastoral Aborigen de la Iglesia Católica.”
Después de cinco siglos de apropiaciones ilícitas, la preocupación por devolver tierras acrecienta sus falacias. Gobiernos e iglesias aparentan estar preocupados. ¿Habrán analizado en serio la situación?. Constituirían una novedad que el viaje de Colón habría sido por tierras.- ¿No eran acaso las especies? Tampoco los primitivos y milenarios habitantes de estas tierras estaban preocupados por la usurpación de sus tierras.
La tierra no tiene dueños” aseguraban, “Nadie es dueño de la tierra.”
La tierra es dueña de nosotros.” Es nuestra Pacha-Mama. La Mapu. Honatt – tthayé-lhekó.
En el mundo Andino Pre colombino, los padres no se preocupaban por “juguetes para los niños”. Esto no significa descuido ni desinterés. La idea predominante era, que el trabajo de los niños consistía en jugar. Pero, cada niño debía crear su propio juguete. Mostrar cotidianamente esa capacidad creadora, creativa y artesanal.
Los “adultos” de la civilización occidental y cristiana compran los juguetes para los niños y les enseñan a jugar. El poder del dinero impone la dirección de la conducta de nuestros pequeños. Armas de fuego, ametralladoras, tanques de guerra, espadas, revistas con narraciones de extra terrestres, de aventuras inverosímiles y cargadas de violencia. Karate, asaltos y asesinatos ¿“jugando”?.
Los colonizadores sólo vivieron aventuras regionales, periféricas, su relación con la universalidad nunca pasó por una verdadera experiencia de la pluralidad. En cambio, los colonizados vivieron, las más veces en medio del dolor, una triple experiencia relacionada con el descubrimiento del otro y que hoy no es común a todos: la experiencia de la aceleración de la historia, la experiencia del encogimiento del espacio y la experiencia de la individualización de los destinos.
El movimiento indígena en su conjunto eleva la voz y dice que aquí no hay el monismo cultural y el monismo jurídico. Desde el punto de vista originario se advierten dos matrices civilizatorias que han convivido durante 500 años y más: la matriz civilizatoria occidental-cristiana y centenaria, que es eurocéntrica, egocéntrica, decimos centenaria porque es reciente y la matriz civilizatoria indígena y milenaria que existe desde hace 10 mil años.
El sistema occidental establece como modelo dominante y universal al capitalismo. Su base es la privatización de la Madre Naturaleza. Nos enseñaron a decirle recursos. Recursos humanos, recursos naturales, porque todo tiene que ver con la mercantilización de las cosas, la mercantilización del ser humano.

Estados plurinacionales

Los estados plurinacionales se sustentan en la diversidad de la existencia de nacionalidades y pueblos, como entidades económicas, culturales, políticas, espirituales, lingüisticas históricamente definidas y diferenciadas. Se dirigen a desmontar el colonialismo. A esta institucionalidad actual le pegan duro porque son estructuras coloniales. Trabajan por un Estado nuevo desde las crítica a las estructuras del Estado. Esta presentación es una propuesta como opción de vida para todos, no es una propuesta indígena para los pueblos indígenas sino para toda la sociedad. El objetivo es recuperar y desarrollar nuestros sistemas de vida, instituciones y derechos históricos, anteriores al Estado, para descolonizar la historia y el pensamiento.

A todas las madres del mundo.

A la madre de mis hijos y la mía.

A las heroínas de ésta Abya-Yala profunda.

Son el fundamento de nuestro futuro, el de la Paz y la convivencia intercultural en el respeto y la tolerancia.

Madre Tierra.
Pacha-Tiempo-Espacio.


domingo, 22 de mayo de 2011

Siete palabras claves sobre la experiencia Madrid-Sol y el 15 M


“No quiero un I-Pad nuevo, quiero una vida nueva”
Pintada durante la movilización del 15 de Mayo
1.- El tiempo: El tiempo se acelera. Los sentidos se agitan. El miedo paraliza los sentidos, el vértigo los dispara. La acampada permanente en la puerta del Sol es vértigo puro. Las horas pasan rápido entre una concentración y la siguiente, pero luego el tiempo se dilata. Las noches se hacen laaaargas. El tiempo se contrae y se expande movido por una marea de gentes (principal, aunque no exclusivamente, jóvenes). Parece que llevemos años allí, y no han pasado más que tres días.
Las revueltas son reales cuando modifican el espacio-tiempo.
El espacio-tiempo creado en los últimos días tiene una única obsesión: La continuidad. Paradógicamente, ésta es sólo posible mediante la intermitencia. Mediante un “entrar y salir” físico de Sol. Mantener viva la experiencia aunque no estés presente. Por eso, la acampada de Sol-Madrid (y tantas otras) no se puede entender sin las redes sociales. La continuidad de la experiencia se consigue desterritorializándola. Estoy en Sol aunque esté en mi casa. Estoy en Sol porque sigo hablando de ello, porque no puedo concentrarme en el trabajo, porque no se me va de la cabeza. Y en cuanto puedo, salto hacia allí. Corro hacia allí, me inserto de nuevo en ese “conector social” y así otros pueden ir a descansar.
La concepción clásica de las revueltas sociales plantea un escenario que liga la acumulación de fuerzas y la continuidad. Si seguimos más tiempo, seremos más. Si seguimos más tiempo, caerán los tiranos. Esta mistificación parte de una simplificación de lo sucedido en Egipto y otros países Árabes. Lugares de los que hemos tenido noticias tan sólo del final de un proceso, no de su germen, no de sus años de visibilidad e invisibilidad, de sus experimentos fallidos, sus callejones sin salida y sus vueltas atrás.
Lo que sucede éstos días no es el final, no es el momento decisivo, es el punto de partida.
2.-La comunicación: La comunicación es la forma de la organización política. La gente se convierte en el medio de comunicación. Las redes sociales no son tanto el medio, como el territorio expresivo y organizativo. El sentido común se teje en forma de flujo y de meme. De la lógica de la confianza compartida de facebook se pasa a la lógica de vivencia directa de twitter.
El eslogan circula multiplicado. Sin versiones oficiales el rumor prende. Los medios de comunicación tradicionales se encuentran con una cacofonía dadaísta imposible de interpretar. Se agarran a lo que pueden, proyectan sus propios planteamientos.
La autonarración del proceso no pasa (por el momento) del streaming vital, pero la necesidad de contarse, de narrar lo vivido, la anécdota, el “yo estuve allí” se intensifica
La obsesión de los medios de comunicación por retransmitir las manifestaciones desde su “interior”, como “uno más” remite a una obsesión por la pérdida de su centralidad. Los expertos y los analistas se rebelan como incapaces de pensar con cabeza propia y devuelven (a derecha e izquierda) una sóla voz. La sensación para el espectador atravesado por la experiencia es la misma que la de esos fans de Perdidos que asistieron a los intentos de los tertulianos de Cuatro por explicar el final de la serie: una mezcla de estupor,vergüenza y cachondeo.
3.- Los Poderes: En estos momentos se despliega una capacidad expresiva enorme en la que cualquiera reunido en grupo cree ser la representación del todo. La sensación de empoderamiento es tal, que uno llega a creer que lo que cada cual hace es representar a todos los demás. Es una lógica razonable y difícil de desaprender, pero es necesario desactivarla. La potencia del movimiento viene de su irrepresentabilidad. No nos representan… porque no pueden representarnos.
Como en cualquier red dispersa, existen una multitud de centros que no son “el centro”, sino estaciones de repetición de señales, de propuestas y de sentidos. Prima la creatividad. La hegemonía de quien lleva la batuta en cada momento (¿Democracia Real Ya? ¿Las asambleas de las plazas? ¿las comisiones de la asambleas? ¿Twitter? ¿Yo y mis colegas?) es totalmente cambiante.
Las asambleas no son espacios de producción de un sentido, sino más bien de una catarsis colectiva. De un deseo enorme de hablar y hablar y hablar. Se mezclan lenguajes memorizados “El pueblo Unido Jamás Será Vencido” con nuevas formas de expresión “Error 404 Fallo del Sistema” “Descargando democracia” “No es una crisis es una estafa”.
En el campo institucional prima la locura. En 72 horas hemos visto a absolutamente toda la clase política pasar de “esto no está pasando” a “esto no es importante” a “esto es peligroso” y en las últimas horas a “¡Nosotros somos vosotros!” De nuevo, grotesco. La imposibilidad de enmarcar la movilización en un marco claro “izquierda-derecha” que ha mantenido el consenso social desde la transición empieza a rebelar una nueva lógica de conflicto: “Arriba y Abajo”.
Incapaces de controlar lo que está sucediendo, el mecanismo de control sobre el movimiento es una pregunta sencilla, una pregunta constante: ¿Que proponéis?
4.-Las propuestas:
La exigencia de propuestas es un mecanismo de control. Una forma de llenar el vacío de lo irrepresentable. Un mecanismo que no es exclusivo de los medios de comunicación y la clase política, sino también de algunas expresiones del movimiento. Tener una respuesta permite otorgarle un lugar a los rebeldes. Permite decir “ah, son utópicos” “Ah, son populistas” “ufff, son de izquierdas” “Ah, lo que quieren es imposible” “Oh, que naif” “Ñe, no son radicales” “Uy, tienen algunas cosas razonables”.
Se impone, sin embargo, el silencio. O algo muy parecido al silencio que es una cacofonía de señales aparentemente contradictorias.
Por mucha angustia que nos pueda generar, quizás un buen punto de partida sea decir: “Al contrario que vosotros que fingís saber de todo, nosotros no sabemos todavía”. Mete prisa quién quiere llegar pronto a alguna parte. No es el caso.
En las plazas, la discusión misma es más importante que su conclusión. La responsabilidad es defender y extender eso. Seguir discutiendo. Seguir hablando. Confiar en el mismo sentido común que ha llevado a miles de personas a resistir en la calle durante días. Por el momento, no nos ha ido mal.
5.- Democracia-Real-Ya: Este logo, este lema que atraviesa toda la movilización es una de sus partes constituyentes y por ello, los medios y la clase política han decidido no pensar mucho en ella. Pero es bastante fácil: “Democracia” , pero no cualquier democracia, sino una real. Lo real es lo que se opone a lo simulado. Eso quiere decir que el logo (o uno de los logos) bajo el que se construye este movimiento dice que lo que el poder instituido llama democracia es una mentira. Y demanda la construcción de otra cosa que rompa ese simulacro. Pero además, no lo plantea en términos utópicos o lejanos. Lo queremos ya. “Ya” quiere decir urgencia, “ya” quiere decir nervio, “ya” quiere decir que tenemos que poderlo tocar, que nos tiene que atravesar la vida, que no es palabrería, sino construcción. Que no existe y que, por tanto, hay que hacerlo.
6.- Entonces, ¿mañana? Es muy difícil pensar en mañana cuando estás atravesado por los acontecimientos de hoy. Es más difícil aún cuando la retórica de la clase política se ha sostenido siempre sobre el mañana. En el movimiento el mañana es impensable de momento. Solo existe el ahora.
Para el poder institucional, las elecciones del próximo domingo 22 de Mayo son un momento de relegitimación. Un momento de restitución de la gobernabilidad. Un momento para poner el pie en la mesa y volver a dibujar el mapa de lo posible.
Las elecciones han funcionado por el momento como un elemento difuso y, quizás, unificador a nivel simbólico. Pero en las acampadas, en las reuniones, etc., las palabras que más se escuchan son “conectar”, “extender” y “construir”.
El 23 de Mayo se empezará a resolver ese interrogante, como decía una pintada el día de la manifestación.
“No quiero un I-Pad nuevo, quiero una vida nueva”
Pd.- Punto número 7: Alegria, alegria, alegria.
Autoría: Guillermo Kaejane